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Blog de Hombres de Valor

Humberto Menoni

Romanos 12:21 "No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal. (RVR1960)


A lo largo de nuestras vidas, la presencia de Dios es constante, pero no estamos exentos de la vigilancia del enemigo que acecha, esperando el momento oportuno para socavar nuestra fe.


Somos seres imperfectos por diseño divino, aprendiendo y evolucionando a través de nuestras fallas y debilidades. Sin embargo, estos mismos errores son aprovechados por la tentación. 

Cuando el ego y la vanidad nos dominan, una voz insidiosa intenta sembrar dudas sobre nuestra fe y nuestro amor por Dios. Esta voz alimenta nuestras inseguridades y temores, buscando derribarnos.

 

Su objetivo es apartarnos del amor que Dios nos enseña, sumergiéndonos en un mundo de rencor y maldad, hasta hacernos olvidar a Dios por completo.

 

No podemos permitir que este impostor nos humille y controle. No busca nuestro bienestar, sino esclavizarnos con su codicia y deslealtad.

 

Pero en medio de este conflicto, hay otra voz en nuestros corazones: la voz del amor y la compasión, que guía nuestros pasos hacia la paz. Esta voz no nos juzga ni condena, sino que nos enseña el bien cada día.

 

Es la voz de Dios, que debe resonar más alto que la voz de la duda y el mal. Cuando escuchamos a Dios, cesan la ansiedad y los pensamientos irracionales que nos llevan a actitudes vergonzosas.

 

Escuchar las palabras de fe que Dios nos invita a seguir nos llena de optimismo. Nos recuerda que Dios no nos creó para la angustia y el sufrimiento, sino para ser extraordinarios y propagar solidaridad y amor.


Podemos venecer las embestidas del enemigo


Actualizado: 18 sept 2024


Mario Jimenez

Juan 4:16 "Sabemos cuánto nos ama Dios porque hemos sentido ese amor y porque le creemos cuando nos dice que nos ama profundamente. Dios es amor, y el que vive en amor vive en Dios y Dios en él.." (NBV).


Podemos estar seguros que Dios nos ama. El quiere vivir en y bendecirnos por su amor. Este amor es mas que la gracia que nos alcanza cuando nos salvamos. El amor de Dios se extiende por nosotros. Su amor es redentivo en nuestro trato de amor hacia los demás. Su presencia se demuestra en nuestras actitudes y hechos de amor. Dios quiere que su amor sea compartido por nosotros hacia los demas. De esta manea, su amor nos bendice cuando lo recibimos pero también cuando lo compartimos!

Algún día no muy lejano tú y yo o cualquiera de nosotros estaremos frente a frente a la presencia de Dios, y sabes Él nos juzgará según nuestros actos.


¿Te has puesto a pensar en ese poderoso momento?


Por eso solicité ante él su perdón, le pedí que me salvara y soy un hombre nuevo por Cristo Jesús! entonces entiendes lo que digo?


¿Qué te detiene para ir antes él?


Sabes hermano Dios nos ama y envió a su hijo Jesucristo a recibir el castigo que merecemos y lo puso sobre sus hombros por amor a nosotros, por eso murió en la cruz y hoy te da la oportunidad de que le entregues tu vida.


Corre y búscale Dios te bendiga.



Cuando estemos ante la presencia de Dios



Actualizado: 5 jul 2024


José Miguel Correa

Deuteronomio 13:14 "Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante." (RVR 1960).


El apóstol Pablo describe la vida con Yahshua [Jesús] como una carrera, de resistencia y de fe la cual debemos correr sin prisa, porque lo importante no es llegar primero, sino cruzar la meta de la mano de Elohim [Dios].


Es sorprendente ver como Pablo compara la carrera de estos hombres con la carrera de la fe. Enfocándose al final, no tanto a un enemigo o adversario espiritual sino que Pablo lucha consigo mismo, con sus deseos, sus pasiones, y aunque humanamente puede parecer dificil Elohim por medio de su Espíritu Santo nos dio una herramienta, un regalo, un don que es el “dominio propio”.

Veamos lo que dice el libro de Gálatas sobre el dominio propio:

“En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.” Gálatas 5:22 al 23

Sabiendo esto volvamos al tema principal: La carrera de la fe.

En esta carrera muchos compiten pero solo uno se lleva el premio, esto lo hacen por una corona de laureles, simbolo de ‘Victoria’ la falsa diosa romana ¿cuánto más deberíamos esforzarnos nosotros en la Gracia de Dios para obtener esa Corona Incorruptible que Dios nos prometió?

2Ti-Timoteos ב 2:1Tú, pues, hijo mío, sé fuerte en el favor inmerecido de nuestro Mashíaj Yashúa ישוע.

Correr para ganar.

Hay quienes van a una carrera, o una competencia creyendo que llevan todas las de perder, a veces nosotros también vivimos de esa forma, sin animo, sin metas, sin un objetivo definido, y el Señor por medio del apóstol nos anima a que creamos en que podemos ganar la carrera, creer en nosotros mismos es creer en Dios y en lo que Él dice de nosotros.

Sin mediocridad.

La mediocridad nos arrastra a hacer las cosas por hacerlas, por cumplir y no nos importa si sale bien o mal, pero esto no es lo que Dios quiere para nosotros, Él necesita que seamos determinados, valientes, diligentes y que nos esforcemos porque muchos corren pero no todos corren de la forma correcta, como dije anteriormente, es importante tener fe en que si puedo ganar.

“El perezoso desea y nada consigue, pero el que es diligente será prosperado.” Proverbios 13:4

Estricta disciplina.

Todos los que luchan, se abstienen de todo. Es impresionante ver como los atletas, son excesivamente disciplinados con su entrenamiento. Comen lo que deben comer, hacen dietas estrictas, se abstienen de muchas cosas por el mismo hecho de que están siendo entrenados para ganar. Y nosotros ¿cuándo tomaremos en serio la disciplina y el entrenamiento de Dios? Debes abstenerte de lo que no te ayuda a prepararte, lo que no ayuda a santificarte.

Disciplina tiene que ver con el comportamiento o actitud de una persona, lo que va muy ligado al orden. Para ser disciplinado hay que organizarse y viceversa.

El sabio Salomón escribió:

“Despreciar la disciplina es no apreciarse uno mismo; obedecer la corrección es poseer entendimiento.” Proverbios 15:32

Dios habló sobre el orden y dijo:

… al que ordenare su camino, le mostraré la salvación de Dios. Salmos 50:23

Autodisciplina Física.

Los atletas se someten a pruebas que deben ganar. La autodisciplina del atleta engloba:

  1. Entrenamiento diario. ¿Cómo podemos ser entrenados diariamente? ¿Cómo puede nuestro espíritu ser fortalecido? Pues creo que son necesarias 3 cosas básicas:

  • Intimar con Dios. Pasar tiempo con Él, consciente de su presencia en nosotros para fortalecer nuestra comunión con Él por medio de la oración, hablando con El y haciéndolo parte de nuestro día a día, tomándolo en cuenta en cada detalle de nuestro día.

  • Lectura de la Palabra de Dios. El mismo Dios nos dice que la fe viene por el oír su Palabra, es necesario comer todos los días de ese alimento espiritual, y como la Palabra es Viva no solo debemos quedarnos con lo que leemos sino pedirle al Espíritu Santo que nos ayude a entender cómo podemos aplicar esa verdad escrita a nuestra vida diaria. Solo así seremos transformados.

  • El Ayuno. Es básicamente sacrificar algo y quitarlo para disfrutar de la presencia de Dios, invertir tiempo en nuestra relación con Dios. Es como negarnos a nosotros mismos para confirmarle a Dios que El sigue teniendo el primer lugar en nuestras vidas. El ayuno no se debe hacer pensando que torceremos la voluntad de Dios y que mágicamente Dios terminará haciendo lo que nosotros deseamos, eso es un grave error, el ayuno consiste en buscar el rostro de Dios para que te revele su voluntad y para que su Espíritu Santo te ayude a ajustar toda tu vida a su voluntad, que enderece tus pasos a sus caminos, y para esto necesitamos tener un corazón arrepentido, dispuesto a entender y a humillarnos delante de Dios. (Ver Isaías 58 y Daniel 9).

Todo esto engloba una alimentación balanceada para capacitarnos física y mentalmente.

La palabra Disciplina se puede definir como: Doctrina, enseñanza o educación de una persona, especialmente en lo moral. Viene del griego “instruir al niño”.

El Señor dice: «Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; Sobre ti fijaré mis ojos. Salmos 32:8

Son hijos de Dios, pero olvidaron lo que él les dice a sus hijos para animarlos: «Hijo mío, toma en serio la disciplina del Señor, no te desanimes cuando el Señor te corrija. El Señor disciplina a todo el que ama, y castiga a todo al que acepta como su hijo». Entonces soporten esos sufrimientos como se acepta la disciplina de un padre, porque Dios lo hace como un padre que corrige a sus hijos. Si Dios no los disciplinara, significaría que ustedes no le importan. Cuando un padre no corrige a sus hijos es porque realmente no los considera sus hijos. Todos hemos tenido padres en la tierra que nos han disciplinado y nosotros los respetamos. Entonces es aún más importante someternos a nuestro Padre celestial para poder vivir. Hebreos 12:5-9


También dice:

…porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia. Isaías 26:9

Realmente necesitamos la disciplina de Dios; antes los atletas recibían coronas de laurel y olivo que pronto se marchitaban pero nosotros vamos tras ese premio incorruptible.

Nuestra corona es una casa eterna en los cielos. 2da Corintios 5:1

Debemos dar cada paso con propósito, con una meta.

Piensa en algo que quieres hacer para Dios, algo que sientes que puede ser el mismo Dios llamándote a hacerlo, quizás en tu hogar, con tu familia, con tus amigos, en la universidad o en el trabajo. Toma en cuenta estos puntos:

  1. Dar siempre en el blanco. Ser determinados en el propósito de Dios.

  2. No golpear al aire. Buscar la dirección de Dios para cada cosa que hagamos.

  3. Golpearse uno mismo (dominio propio).

Moisés fue un ejemplo de una vida con propósito, alguien que se fijó una meta. (Ver Hebreos 11:14-27)

  1. Dice que él prefirió sufrir haciendo lo correcto que tener una vida de lujos pero reprobada delante de Dios.

  2. Tenía la mirada puesta en su recompensa. Sus ojos, su mirada no apuntaban hacia este mundo, su meta, su punto de llegada era Dios mismo.

  3. Fue firme en su camino porque tenía los ojos puestos en el invisible (Dios). Ver Hebreos 12:1-29

Disciplino mi cuerpo como un atleta.

“Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.” 2 Timoteo 2:5

Esta carrera a veces se torna algo dolorosa, pero tenemos grandes promesas de parte de Dios:

“Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.” Hebreos 12:11

“Sin embargo, lo que ahora sufrimos no es nada comparado con la gloria que él nos revelará más adelante” Romanos 8:18

Domino mi cuerpo.

En cuanto al dominio propio, me asombra como Pablo lo enfoca, y dice (hablando de su propio cuerpo) “Lo hago mi esclavo”. Es decir que no se dejaba dominar por sus deseos, por su propia voluntad ni sus pasiones sino que conscientemente dominaba su alma para que esta obedeciera a Dios.

La Palabra de Dios también nos enseña sobre este dominio propio.

“Una persona sin control propio es como una ciudad con las murallas destruidas.” Hebreos 25:28

“Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”2 Timoteo 1:7

“Al contrario, debe estar dispuesto a recibir en su hogar a los necesitados, hacer el bien, ser sensato y justo, hacer lo que agrada a Dios y tener dominio propio.” Tito 1:8

“El perezoso desea y nada consigue, pero el que es diligente será prosperado.” Proverbios 13:4

Su Palabra es Luz y nos guia por el camino que Dios ha designado para nuestras vidas.

Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Salmos 119:105






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