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Blog de Hombres de Valor

Actualizado: 21 jun 2023


Jesus Noguera

Job 11:11-20 (RVR1960) "Porque él conoce a los hombres vanos; Ve asimismo la iniquidad, ¿y no hará caso? 12El hombre vano se hará entendido, Cuando un pollino de asno montés nazca hombre. 13Si tú dispusieres tu corazón, Y extendieres a él tus manos; 14Si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, Y no consintieres que more en tu casa la injusticia, 15Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, Y serás fuerte, y nada temerás; 16Y olvidarás tu miseria, O te acordarás de ella como de aguas que pasaron. 17La vida te será más clara que el mediodía; Aunque scureciere, será como la mañana. 18Tendrás confianza, porque hay esperanza; Mirarás alrededor, y dormirás seguro. 19Te acostarás, y no habrá quien te espante; Y muchos suplicarán tu favor. 20Pero los ojos de los malos se consumirán, Y no tendrán refugio; Y su esperanza será dar su último suspiro".

El necio llegará a ser sabio cuando de un asno salvaje nazca un hombre! Pero, si le entregas tu corazón y hacia él extiendes las manos, entonces podrás llevar la frente en alto y mantenerte firme y libre de temor.


Tu vida será más radiante que el sol de mediodía, y la oscuridad será como el amanecer. Vivirás tranquilo, porque hay esperanza; estarás protegido y dormirás confiado. Descansarás sin temer a nadie, y muchos querrán ganarse tu favor.


Escudriñando la Palabra
Un necio sensato

Actualizado: 21 jun 2023


Endrik Meneses

1 Pedro 2:24 (RVR1960) "Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados".

En la época de Jesús no había vacunas tal y como las conocemos hoy. Esa tecnología es de historia reciente. Las vacunas actúan en nuestro sistema inmunitario, estimulando nuestros anticuerpos y combatiendo los virus y las bacterias.


Muchas veces no nos damos cuenta de los cambios que realizan en nuestro cuerpo. En ciertos casos, principalmente durante la infancia, las inyecciones nos dejan pequeñas señales o marcas. Después de algún tiempo, al mirarnos en el espejo, vemos la señal de que fuimos vacunados y protegidos. Jesús obra de la misma forma. Cuando aceptamos a Jesús somos marcados por su sangre y recibimos el remedio espiritual. Su poder nos inmuniza contra la muerte eterna y nos capacita para combatir el pecado. Esa vacuna tiene un efecto poderoso en nuestra vida, nos transforma completamente. ¡Es una experiencia que nos marca para siempre! A través del sacrificio de Jesús recibimos la sanidad y la vida eterna. Todo eso por gracia y por amor. En realidad, ese es el antídoto principal de la vacuna: el amor de Dios. Vacúnate, mantente espiritualmente saludable, leyendo y poniendo en práctica la Palabra de Dios. Jesús es la vacuna que da la vida eterna Si Jesús es la vacuna, la Biblia es el prospecto. En ella encontramos las indicaciones para lograr mantenernos saludables, día tras día. Si Jesús es la vacuna, el Espíritu Santo es como los anticuerpos en acción. Él actúa en nuestra alma y nos purifica. Busca al Espíritu Santo. Si ya has recibido esta vacuna, comparte con los que necesitan recibirla: ¡habla de Jesús! Si te sientes débil, habla con el Médico de médicos. Jesús siempre tiene espacio en su agenda para escuchar tu oración. Ora: Jesús, tú eres la vacuna que me salvó. Te estoy muy agradecido porque me inmunizaste ante el pecado y las trampas de este mundo. Quiero continuar experimentando tu poder y proclamar tu salvación. Amén. Dios te bendiga.



Jesús la mejor vacuna 💉

Actualizado: 21 jun 2023


Endric Meneses

1Juan 4:20 (RVR1960) "Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto."


Ora:

Señor Jesús, quiero seguirte completamente y no solo con palabras. Ayúdame a ser una mejor persona, un siervo tuyo fiel que refleja tu rostro. En tu nombre poderoso, amén.


¿De qué sirve hablar del amor de Cristo si atacamos al prójimo? ¿O hablar de santidad aunque digamos malas palabras? ¿Cómo vamos a defender la fidelidad mientras somos infieles? ¡No sirve de nada! Ser cristiano debe ser en la práctica y no en la teoría.


Cuando defendemos los principios cristianos, pero realmente no los practicamos, damos un mal testimonio de nuestra fe. Hay un efecto contrario, alejamos a la gente de Cristo. Por lo tanto, nuestra palabra debe coincidir con nuestras obras.


Amar a Dios y amar al prójimo son principios básicos de nuestra fe que debemos practicar diariamente. Sé cristiano tanto de palabras como en hechos.


Sé cristiano en la práctica


Vuelve a evaluar tus acciones, examínate a ti mismo. Reflexiona si lo que predicas coincide con tus actitudes.


Si tus acciones dan buenos frutos, estás en el camino correcto. Si sucede lo contrario, peleas o disputas, debes revisar tu comportamiento.


Jesús puede y quiere ayudarte a ser un mejor cristiano. Deja que Él te transforme por completo.


Escudriñando la Palabra
Ser cristiano en la teoría y no en la práctica

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