Pedir perdón
- Hombres de Valor Cristianos
- 29 may 2023
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 21 jun 2023

Mateo 18:25-31 (RVR1960) "25 A este, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. 26Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 27El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. 28Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. 29Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 30Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. 31Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado".
Usted no se encargará de un pecado hasta que lo vea como Dios lo ve. Por tanto, acepte toda la responsabilidad por su actitud, y reconozca que eso es una violación de su Palabra. Acuda a la misericordia divina, y pídale a Dios que le dé fuerzas para despojarse de la ira y el resentimiento. Como parte de su decisión de avanzar en la gracia, cultive el hábito de orar por quienes le hirieron. Y si el Señor lo impulsa a hacerlo, busque el perdón de esas personas por su actitud pecaminosa.
Un espíritu de amargura y resentimiento no corresponde con lo que somos en Cristo. Ni tampoco es saludable andar con una actitud de enfado. Por eso es tan importante perdonar. Decida verse libre de su carga; el Señor prometió hacernos libres si le entregamos nuestros pecados (Jn 8.36).
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